¿Qué tipo de filtro elegir para mi piscina?

El filtro de la piscina es un elemento indispensable que contribuye a la limpieza del agua de baño al retener los residuos e impurezas, en combinación con un desinfectante. Existen varios tipos de filtros: de arena, de diatomeas, de cartucho o de zeolita.

¿Cuáles son los filtros más utilizados?

Sin lugar a duda, el filtro de arena es el más utilizado por los particulares. Tiene la ventaja de su bajo coste tanto en la compra como a largo plazo, y puede filtrar grandes cantidades de agua sin dificultad. No obstante, la fineza de su filtración deja que desear, solo captura los residuos de más de 20 o 40 micras.

El filtro de cartucho también es muy común. Como su nombre indica, se basa en un cartucho filtrante fácil de lavar y de reemplazar. Este método simplifica enormemente el cuidado y el mantenimiento diario del dispositivo. Además, su fineza de filtración es mejor, de unas 15 a 20 micras.

¿Cuáles son los filtros más eficaces?

El filtro de zeolita, que funciona como un filtro de arena, utiliza un componente 100 % natural de origen volcánico con una excelente fineza de filtración, de unas 5 a 10 micras. Además, es capaz de mantener sus cualidades sin importar el pH del agua y de adaptarse a todos los tipos de agua, ¡incluso a las más ricas en cal!

Y para terminar, el no va más del mercado: el filtro de diatomeas. Este dispositivo de gama alta tiene una fineza de filtración extraordinaria, de 1 a 3 micras. Retiene todas las impurezas, aporta un agua perfectamente cristalina, una transparencia sin igual. Se considera también que es más ecológico, ya que utiliza algas para filtrar el agua, y puede utilizarse en piscinas de cualquier tamaño, de las más pequeñas a las más grandes. No obstante, le afectan las aguas ricas en cal y requiere un mantenimiento frecuente.